Hola mi nombre es Alejandro Garcés, soy estudiante de comunicación social, admito que no era la carrera que quería hacer cuando salí del colegio, pero me ha gustado muchimo ,porque no es una carrera monotona, de por sí es muy amplia ya que va desde la organizacional hasta el periodismo.

Cuando salí del colegio ingresé a estudiar animación 3D, a la cual pasaría a salirme tres meses después, cosa que creía que era lo mío, pero no fue así, no quería quedarme hasta casí seis horas sentado moldeando figuras (cosa que respeto mucho a los que practican está profesión) y creando escenarios. Me sentía 'feliz y dichoso'

de mi decisión, lo que  no sabía era que con el paso de los años volvería a llamarme la atención y me arrepentiría de mi decisión. Cuando me retire de mi lugar de estudios no estaban en esos momentos en inscripciones para universidades, así que opté por tomarme unas vacaciones donde mi abuelo, a 'costillas' de mi mamá.

Pasado otros tres meses de solo vacaciones decidí solucionar mi situación militar, me acerque a mi distrito correspondiente solo para preguntar cómo eran las 'vueltas' para sacar la libreta, lo que no sabía (y mi ingenuidad no me dejaba) era que me estaba enlistando en el ejército. Pasado la tarde del veintidós de septiembre (no diré la fecha para que así este relato no paresca tan viejo) seguía creyendo que a mi no era que me pasaran muchas cosas que cambiaran mi vida, así seguía con mi incredulidad, entonces creía que al finalizar el día no me llevarían y seguiría mi vida como antes, pero eso no paso así. Fui reclutado y llevado a ocho horas de mi casa, que triste se colocaría mi madre, a un lugar desconocido el cual estaba fuera de mi zona de confort, yo estaba acostumbrado a las montañas y ahora me encuentro en un lugar tan plano como una mesa.

Lo más horrible fueron las dos primeras semanas mientras me acostumbraba, ya después todo se me hizo tan familiar que pasado los dos meses de arduo entrenamiento no me quería ir, pasado esos meses me dijeron que no pasaba a formar parte del ejército porque no pasaría un examen médico eque me habían hecho anteriormente, las cosas habían cambiado, lloreé cuando salí, porque esos más de ochenta muchachos se habían hecho en una extención de mi familia.

Volví otra vez a preguntarme qué era lo que estudiaría o en qué profesión me desempeñaría, se me pasó por mi mente operarme y  volver a ser parte del ejército, de hecho me dije que si no pasaba a la universidad me enlistaría lo más pronto posible, claro está después de haberme operado. Decidí presentarme a comunicación social porque en el colegio decía que quería estudiar eso (cómo supe en esa época que quería estudiar eso, no me acuerdo francamente muy bien), ser un presentador, pero en esa etapa del colegio no logré converserme de que quería verme como en los noticieros, me arriesgué y me presenté a la universidad y pasé, ahora me doy de cuenta de que está carrera no es solo para generar presentadores de televisión, sino también periodista o comunicadores organizacionales, a ser criticos (para quienes les gusta) y  hasta en muchas ocaciones me han enseñado un poco de pedagogía.